El tiempo semejante – Juan Carlos Astudillo

Reseña del libro

El arte de lograr que las palabras floten y permanezcan en el corazón de los lectores con múltiples alas ligeras, cascadas de alas, no solamente que dancen en un aleteo constante ante el ojo, sino que, además, floten y fluyan hasta encontrar lo más hondo del ser, ese arte es el que domina Juan Carlos Astudillo.

Los versos de El tiempo semejante encienden la retina, primero de las fotografías inabarcables como el mercurio, pues hay tanta belleza natural en ellas que filtra hasta el alma, y nos contiene hasta la serenidad; luego la retina y el espíritu se encienden por la levedad de sus versos trabajados y meditados.

Vuelvo a pensar que el poeta flota cuando escribe y cuando ha logrado dibujar sus palabras trenzadas con alas de pájaros pequeños, ellas pulcras y brillantes, flotan al ritmo de la paciencia y la concentración, dos de las grandes cualidades de su poesía. Lo íntimo, lo filosófico e inefable aletean con fuerza en este libro.

 Aleyda Quevedo Rojas